El emplazamiento del proyecto se caracteriza por sus dimensiones reducidas y también por su condición de límite entre el núcleo histórico de Sarriá y la Ronda E-9. La propuesta plantea un volumen compacto, de superficie lisa y color uniforme, que sea capaz de integrar las diferentes variables del entorno.
La planta baja y la primera contienen cuatro viviendas dúplex y las tres plantas superiores tres viviendas sencillas por planta. Esta disposición permite integrar en el proyecto las dos escalas urbanas existentes: una en el nivel inferior morfológicamente similar en el barrio de Sarriá y una en el nivel superior que se relaciona con los edificios de la Vía Augusta. Dos tipos de aberturas de fachada nos ayudan a alcanzar este objetivo; en las 2 plantas inferiores predomina una abertura de dimensiones más reducidas y en cambio en las plantas superiores se dispone una abertura de dimensiones más generosas. Todas las viviendas están formadas por estar-comedor-cocina pasando garantizando el soleamiento al solsticio de invierno, con 3-4 dormitorios y 2 baños.
Compositivamente la planta establece dos directrices: una perpendicular a la Vía Augusta y otra en la fachada posterior a patio. Esta particularidad dota al espacio central de la vivienda de una gran calidad lumínica y espacial que hace perder el carácter tan extremadamente longitudinal que habitualmente tienen los espacios pasantes.