La casa situada fuera del núcleo urbano de Calella de Palafrugell, en la Costa Brava, junto al mar Mediterráneo, fue construida por el arquitecto Josep Maria Bosch Reig para dos familias como segunda residencia en el año 1965.   Las dos viviendas se articulan formando volúmenes dispuestos sobre un terreno con fuerte pendiente y a su vez generando grandes terrazas a distintos niveles relacionadas fuertemente con el interior de la vivienda y disfrutando de excelentes vistas.   Inicialmente el programa principal de una vivienda se desarrolla en Planta Baja más un pequeño apartamento para invitados, con acceso independiente, situado en la Planta Primera, unidas ambas plantas por una escalera interior. La otra vivienda con el mismo programa se desarrolla en la Planta Primera mientras que el apartamento para invitados se sitúa en la Planta Baja. La reforma pretende mantener el carácter original de la casa y modificar tan solo el programa de cada vivienda adecuándolo a las nuevas necesidades de ambas familias. Se mantiene parte del programa de cada una de las viviendas, transformando la zona destinada a invitados en habitaciones y baños, participando así cada una de ellas de las zonas ajardinadas exteriores.   La propuesta insiste en proyectar la vida de las dos familias hacia un ámbito arquitectónico exterior acorde con el clima mediterráneo y el atractivo paisaje de la Costa Brava. Las zonas ajardinadas se amplían y se vuelcan al mar. Cada espacio se relaciona con el exterior de distinta forma abriendo infinidad de visuales.   Los principales materiales utilizados en la reforma son: el pavimento interior de madera jatova, la tarima exterior de madera iroko, la nueva carpintería de aluminio blanco con persianas graduables para controlar la luz solar, las paredes enyesadas blancas y la definición de las nuevas barandillas de cristal transparente, acero negro y madera, sin interrumpir las visuales hacia el mar.