Situado en el centro del ensanche de Barcelona el local ocupa una planta baja irregular y fragmentada, de 225 m2 de superficie y 25 m de profundidad. El encargo consiste en reformar un bar existente, mantener la actual licencia de la actividad y modificar radicalmente su imagen. El proyecto responde a un programa de bar musical con actuaciones en directo y exposiciones temporales. El bajo presupuesto de la obra, la necesaria rapidez proyectual y la inmediata ejecución, son determinantes en la definición arquitectónica de la propuesta.   La intervención pretende dar una misma solución formal y constructiva para resolver las diferentes necesidades del programa, actuar tan solo en puntos concretos y dejar el resto del local, la entrada, los servicios y el almacén, prácticamente en su estado inicial. La definición del espacio interior se basa en la construcción de un expositor, una barra, un showroom y un escenario, formando cuatro estructuras de luz, que despiertan el interés del público, que actúan como grandes escaparates y que flotan dentro de un envolvente multiforme. Cuatro estructuras que iluminan el espacio, las copas y las botellas únicamente a través de la luz que desprenden, que definen las siluetas del público, del personal y de los músicos y que componen un paisaje de volúmenes modulares de gran efecto escenográfico. El expositor situado en la entrada, a dos metros de la fachada, actúa como soporte del rótulo identificativo del bar. La barra de 11 m de longitud, unida a la cabina del discjokey, se entiende como un elemento lineal que une la entrada con la parte posterior del local. El showroom cerrado al público permite a través de una divisoria transparente formar un ámbito destinado a exposiciones. El escenario situado en la pared posterior del bar es una superficie vertical iluminada que actúa como telón de fondo de los grupos musicales y reclama la atención del público.   Tres materiales básicos, el acero, el vidrio y el papel, junto con la luz, son los únicos elementos utilizados en la construcción de los cuatro volúmenes. Los tubos cuadrados de acero inoxidable matizado de 20x20x1.5 mm, soldados entre ellos, forman la estructura autoportante. Los vidrios laminados incoloros de 5+5 mm, sujetos con pasamanos de acero inoxidable matizado de 30x3 mm y tornillos allen M-4, forman las superficies planas registrables. El papel de embalaje adhesivo de color naranja, pegado a la cara posterior del vidrio, define el color de la luz. El tubo flexible de luz regulable con potenciómetros, fijado sobre una superficie pintada de color blanco, produce luz y controla la intensidad luminosa. Una pintura plástica de color azul oscuro aplicada a paredes y techos es el material utilizado para hacer desaparecer los límites del local.